Financieramente hablando, todos deberíamos tener metas de ahorro a mediano y largo plazo desde temprana edad. Circula en las calles la idea de que el dinero está hecho y solo resta conseguirla. ¿Cómo hacerlo? La educación financiera es la clave para entender que hay metas a mediano y largo plazo. Incluso, sirve para entender muy bien la idea de la protección patrimonial.
Dirás que una cosa es pensar y otra distinta que lo que imaginas se haga realidad. Sin embargo, ten en cuenta que el paso más importante para comenzar cualquier cosa es el primero. Así, pensar en el cambio y proyectarte financieramente es mucho más que un consejo. ¡Es el camino a seguir!
Cambiemos de chip: las metas de ahorro a mediano y largo plazo
En la juventud, cuando tenemos más prisa por querer hacerlo todo, es el momento para activar la educación financiera en sentido práctico y mantenerla por muchos años más. Pero, ¿qué significa eso?
La idea de que merecemos todo, o que nos debe llegar a las manos como por arte de magia, es una simple ilusión. Los vehículos financieros existen para darnos insumos, herramientas y elementos capaces de adquirir los bienes y servicios que demandamos. ¿Los plazos? Se transforman en metas de ahorro a mediano y largo plazo que puedes definir y calcular. Sirven para tener puntos de llegada en un horizonte que, de no tenerlos, se vuelve inalcanzable.
Vehículos financieros: facilitadores útiles y necesarios de las metas de ahorro a mediano y largo plazo
Una cosa es ahorrar guardando dinero en una cajita, en tu casa, y otra, hacerlo en una entidad financiera. La protección patrimonial de tu dinero pasa por variables como la inflación o la devaluación de la moneda. Algunas de estas condiciones pueden salvarse de acuerdo con el sitio en el que ahorras. Recuerda que en tu casa, el dinero pierde valor y capacidad de compra. Los vehículos financieros son instrumentos con los que planeas tus compras futuras, mantienes o aumentas el valor de tu dinero.
Aquí encuentras productos como los certificados de depósito a término (CDT), fondos de inversiones o acciones, entre otros. La elección de cada uno depende de tus metas de ahorro e inversión. De paso, recuerda que cada inversión debe tener un seguro que te respalde.
¿Un seguro que me respalde?
¡Sí! Una parte vital de nuestra educación financiera debe incluir la compra de seguros. Los riesgos financieros pueden afectar tus metas de ahorro a mediano y largo plazo. Por eso, el mismo mercado te ofrece sistemas de protección para asesorarte y elegir con acierto. El mundo de los seguros es, en sí mismo, todo un universo de oportunidades. Saber aprovecharlas, y conocerlas en detalle, es más que un consejo para ti.
Ten en cuenta que un imprevisto en tu salud, en el auto que compraste, o en la casa que tienes, puede llegar de un momento a otro. Así, un buen seguro protege tu patrimonio y, aún más importante, a ti mismo y a quienes te rodean.
¡Mantén las alertas y abre tus sentidos! Alcanzar tus metas de ahorro a mediano y largo plazo es todo un proceso del que puedes obtener enormes beneficios y satisfacciones. Asesórate, asegúrate e invierte. Muy seguramente, verás grandes resultados.
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